jueves, 7 de junio de 2007

Salven a Tingambato.

Recuerdo que no hace muchos meses cuando murió mi abuela, a mi madre se le bajo un poco la presión, mi hermano la llevo en mi carro a la casa de un doctor particular. Justo en esos momentos una patrulla sale rápidamente de una calle y le pega a le carro estacionado. Mi hermano va a la casa a decirme lo sucedido, vamos a la presidencia y después de una larga discusión con los tránsitos, con los policías, con el presidente, con su personal y con la abogada que contratamos rápidamente para que no nos dieran gato por liebre.

En resumen ellos no querían pagar nada, después de negociaciones el 50% después el 60% y así hasta que después de una hora con cuarenta minutos logramos sacar el 80%, pues eran los culpables reales del caso. A nosotros en realidad no nos correspondía ni siquiera pagar un peso, pero bueno…Dicha a esa circunstancia en mi trabajo tuve que irme caminando a mi comunidad para dar clases por semana y media.

Ellos argumentaban que mi hermano estaba estacionado en un lugar donde se iba a pintar un señalamiento de no estacionarse, que de echo ya estaba la pintura, pero que por falta de tiempo no se había pintad. (Por favor…)

Nos enseñaron la pintura, pero el hecho era que en esos momentos del choque no estaba pintado.

El alegato fue enorme y quien más defendió a capa y espada fui yo y nuestra licenciada, de parte de la presidencia pues solo el presidente.

Después del acuerdo al que llegamos, yo pensé que quizás ellos decían la verdad y habría que ser un poco benévolos y pues ceder un poco.

Hoy como desde hace ya mucho tiempo, pintaron, señalamientos, y diversos lugares para indicar la vialidad, pero…En donde mi hermano había estacionado el auto, jamás se pintó, solo se pintó en una parte de donde la doctora tiene un negocio, pero en la zona de la cochera donde entran los carros, jamás se pintó como el presidente y todos los del H. Ayuntamiento argumentaban.

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