Una mujer de 45 años sufre un ataque al corazón y mientras está en la mesa de operaciones tiene una experiencia cercana a la muerte, ve a Dios y le pregunta si en verdad se va a morir.
Dios le dice que no, que va a vivir 30 ó 40 años más.
Se recupera y decide aprovechar que ya está en el hospital y hacerse una liposucción en los muslos y el abdomen. Después de 2 semanas y ya recuperada, pide un préstamo al banco para hacerse una cirugía estética. Se levanta las tetas, aprovecha para agregar un poco de silicon en las nalgas, se arregla la nariz, mas tetas, un poco más de nalgas, más silicon en los labios, mas nalgas, fuera las arrugas y las patas de gallo. También se hace un tratamiento de varices y celulitis, y paga por adelantado 120 sesiones de masajes, se engrapa el estómago para comer menos, se saca 2 costillas y realiza algunas otras artimañas posibles para rejuvenecerse...
Piensa que si va a vivir 30 o 40 años más, mejor que se vea estupenda. Cuando por fin sale del hospital tras de su última operación, cruza la calle y la atropella una ambulancia Y al llegar al Hospital...¡muere!
Llega otra vez frente a Dios y le pregunta:
¡Pero bueno! ¡Tu me lo prometiste !
¿No que iba vivir 30 o 40 años más?Pues sí, pero ¡no mames!... ¡no te reconocí!
Texto enviado por: Lizeth Benitez
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