domingo, 2 de noviembre de 2008

Colorido pero triste.

Hoy se celebra a la muerte, en todo México. Los panteones se visten de diferentes colores, reluciendo el naranja, blanco y morado.

Se comercializa (Como en cada celebridad) calaveras de dulce, chocolate, calabazas, atoles, etc. Yo no suelo ir al panteón en estas fechas, de hecho voy en otras y prefiero hacerlo en la tarde o de noche. ¿Por qué? No lo sé, me siento más tranquilo y a veces simplemente me gusta que el miedo invada en mí ser para olvidarme de mis inquietudes de un químico pagano.

Sin en cambio esta ocasión me ha despertado la curiosidad de ir a celebrar el día de muertos. Lo mejor sería ir a los santuarios de la mariposa monarca, que llegan precisamente el día de muertos y la tradición purépecha marca que es porque es cuando las almas de los muertos regresan a la tierra. Y precisamente por eso llegan las mariposas ese día. (Claro como buenas compatriotas, algunas llegan antes o después y debo aclarar que así es como nos lo conto el guía, hace ya como 5 años).

Bueno otros puntos interesantes que visitar son: TzinTzunTzan, y Janitzio, tenía tantas ganas de ir a uno de esos dos lugares, que invite a: Cecy, Hugo, Gabriela y Roberto (Tito) y al parecer todos tenían cosas que hacer. Por mi creo que hasta estuvo mejor, me perdería de la función de box de ayer. (Chavez Jr vs Vanda II)


Voy llegando del panteón del pueblo (Tingambato) mi presencia en dicho lugar fue corta, solo fui a tomar algunas cuantas fotografías.
Estuve parado junto a la lapida de mis abuelos (la cual es nueva) y volteaba a ver alrededor, un lugar limpio (en lo que cabe), acomodado, oloroso y triste. Pensaba, este es el lugar donde en unos años más mis restos estarán, los de mi madre, mis hermanos y claro está, muchos de mis conocidos. Tan corta la vida, tan cortos los momentos familiares, para tenerlos quebrantados. Algún día existirá el resentimiento y lastimara el alma. Pensaba en llantos, en llantos cuando muere la gente…

Veía las tumbas y repito estas se ven tan coloridas, que puedes pasar horas ahí, desafortunadamente hay tumbas que parece los familiares ya no recuerdan. Y aún así la gente se apiada y le pone unas cuantas flores, para que no se vea tan triste. Con esos pinos altos y estremecientes, como guardianes de las historias que han ocurrido ahí.

Fui parte de esta tradición tan mexicana, hace años que no lo era, desde que pedía en Nezahualcóyotl: “me da mi calaverita” con una vela dentro de una caja de cartón, y yo medio disfrazado. (Por que no había dinero para un buen disfraz)

Realmente no quería hablar del día de muertos, en si lo que me interesaba es poner unas cuantas fotos, aquí las dejo.

Solo para recordar, cuando yo me muera, entierrenme en Tingambato, con un traje negro sino hay smoking, con una foto de mi familia y el Be Here Now en mis manos, junto al pecho.

Tumbas olvidadas, me recuerdan la mujer que cuido de bebe al personaje de Jean Baptise Grunielle en: "El perfume de Patrick Süskind", cuidar y trabajar toda su vida para tener un sepelio decente y una bonita lapida y termino en un pozo junto a muchos otros cadáveres.
Saludos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

HOLA HECTOR, OYE Q FALTA DE CONFIANZA EHHH PODRIAS HABERME INVITADO TAMBIEN,O Q?... SOLO A ESOS AMIGOS QUERIAS INVITAR?

H dijo...

NO PUES NO SON LOS ÚNICOS, PERO...
PUES ¿SI TE DAN PERMISO DE IR...?LA TIRADA ERA QUEDARSE A DORMIR ALLÁ EN LA CASA DE CAMPAÑA.