jueves, 30 de septiembre de 2010

Hoy ví una mirada similar a la tuya, si... me confundí un momento.

Debo de escribir más en esta página, no quiero que twitter forme un mal hábito de expresar todo lo que tengo en tan solo 140 caracteres. Nooo, sé que aún tengo mucho que decir. 

Hoy escucho Belle & SebastianCome On Sister, si del nuevo disco, es muy buena y me encanta la frase que dice:
And it's fun., Thinking of you like a movie star

Sabían que ellos le pusieron el nombre  a su banda en tributo a la caricatura que me encantaba de niño y que busque por varios lugares del mundo y finalmente la encontré hace poco (Si, en efecto, quizás muchos de ustedes no sabían, ahora lo saben).

-…-
(Recibí una llamada…. Cielos, en plena llamada, ojala no se me vaya la inspiración…)
Bueno sigo…

La frase de esa canción me recuerda a: Movies of myself de Rufus Wainwright, lo cual lleva a un momento en mi vida cuando conocía Karina Marín, solía usar un suéter negro con una bandera británica  en el frente, y tenía la pagana y tonta idea de que si existían seres superiores a mí, ya sea un creador o alienígenas, ellos deberían de hacer películas, películas de mi o yo hacer una película de mí mismo en mi mente.

Pero bueno, hoy escribo, solo por contra-atacar el tiempo que no he escrito y hmm les contare… lo que hoy me sucedió.

Pues bien, hoy después de estar en casa de Tibu, (amigo inseparable del Dr. Pipiris) preparando unas tiritas de filete de pescado, procedí a retirarme para ir a cambiar la tarjeta de ahorro del banco la cual me pidieron cambiar, porque de no hacerlo, esta va a dejar de funcionar (ahora la tarjeta va a venir con un chip). 

Lo interesante de esta historia sonará algo raro y gracioso, pero lo contaré.

Estando en la fila,  voltee a todos lados, como si tratase de encontrar algo inusual, algo que atrajera mi mente, pues la fila a pesar de no ser larga estaba avanzando muy mansamente.

Volteé a un sillón azul, en donde se encontraba una joven mujer de quizás apenas 18 años, pero… lo que me llamó la atención fue el parentesco que tenía a ti… sus ojos brillaban cuando me veía, y yo: me dije: ¿Eh? Al grado de llamar mi atención y pensar: Si… seguramente así te veías cuando estabas en la prepa (Y bueno digo que es de la prepa, porque ella traía una falda negra, camisa blanca, uniforme habitual de dicha institución). 

Yo continúe en la fila y deje de prestar atención y pensé: 

-Seguramente me ve porque… no había mucha gente.-

Seguí formado y la chica que estaba sentada en el escritorio me llamó: 

-Pase…-

Cuando iba a comenzar a desplazar mi pie derecho, ella interrumpió  con levantando su mano a la distancia y me dijo, espere un momento, por favor, solo entrego una tarjeta.

Yo frene mi movimiento y regrese a mi estado habitual, suspire (para calmar mi desesperación) y voltee de nuevo a mi costado izquierdo, si a ese sofá azul, en donde estaba ella de nuevo viéndome.

Yo me sorprendí con sus ojos (nuevamente) y trate de sostener la mirada, pero…  No pude, tuve que voltear a otro lado, porque más que aguantar me apenaba de estar realizando ese tipo de cosas.

Enseguida otra chica de las que se encuentran en los diversos escritorios de los bancos me dijo:

-Adelante, pase…-

Procedí, y me senté en una de las sillas, explique mi situación y a lo que iba y como todas las personas que trabajan ahí, intentó embaucarme con una tarjeta de crédito, a lo cual dije: No, gracias solo vengo a cambiar la tarjeta, quizás en otra ocasión.

En lo que ella me explicaba… se me ocurrió voltear a mi lado izquierdo, pero incluso menearme un poco más para alcanzar a ver a la joven que se encontraba sentada ahí y… ¡Oh, sorpresa!  Sus ojos penetraron mi movimiento, puesto que sentí más pena el haber realizado ese movimiento para mirarla y observar que ella ¡Ya estaba viéndome!

Al terminar la conversación con la señorita que me atendía, emané del asiento y me forme nuevamente en la fila, para que me dieran el plástico en ventanilla. Lo hice, pero al levantarme e irme a formar, pase justo al lado de la adolescente la cual observaba mi rostro (supongo) porque cuando voltee a verla, me seguía viendo, (mi ser se encontraba algo nervioso, ja,ja, si lo sé, raro) en lo que me daban la tarjeta, pensé, ok, si sigue ahí, le regalaré una sonrisa y ya.

Me dieron mi plástico y emprendí mi salida del banco, no sin antes pasar justo al lado de ella nuevamente y caminar directo a ella mientras burlaba todos los divisorios que ponen para formalizar filas más largas en dichos lugares (Al hacerlo debo confesar que me daba algo de nervio regalar esa sonrisa).

Pero mis pasos firmes, a paso normal… levante el rostro, la vi, me veía, nos veíamos (jaja) y procedí a curvear la línea que existe entre mis labios, formando esa línea curva que tú conoces muy bien.

Y ella…

 Automáticamente sonrío…

Seguí mi camino, pero antes tenía que detenerme en el cajero, para activar el servicio del nuevo plástico. Así que me forme (nuevamente) y  al estar frente al cajero pensé: Debo tapar con una mano cuando tecleo mi clave, puesto que acabo de ver un reportaje de la clonación de tarjetas y los nuevos sistemas de robo de dinero vía cajeros automáticos. Y en efecto eso hice, y hasta como que me dio penilla hacerlo, porque había algo de gente ahí, pero… Más vale que digan aquí corrió que aquí quedo.

Al terminó de esto y retirar mi tarjeta, voltee por última vez al sofá y en efecto la joven que me había respondido con una sonrisa agradable, seguía observándome.
No es que quiera demostrar que soy el galán de galanes, solo procedí a mirarla porque me recordaba a esa mirada que tú tienes.

Enseguida fui a pagar el teléfono y tome el celular para llamarle al Dr. Peppers, le conté y me dijo:

“Pues, regresa y dile que: acá las tortas”

Ja,ja,ja, para no hacer más dramático., regrese al banco me estacione, y me baje, me detuve detrás del cristal donde ella estaba, mientras seguía mi conversación con Victoriano (Dr. Peppers). Vi cuando ella  volteo me vio, sonrió de nuevo, se levantó, regreso al sofá, se volvió a levantar camino hacia el cajero y claramente pude ver que hacia el intento por salir del banco, pero no se animaba. 

Yo tomé una decisión rápida y consiente de las cosas y me dije:
“Héctor ¿Qué estás haciendo?”.

Enseguida le dije a Victoriano Me voy, esto es algo, absurdo. Y él me dijo: Si, mejor, para que te metes en p2s.

Y listo, solo recordé tú mirada nuevamente y el hecho de que quizás tu así te veías cuando estabas en la preparatoria.

Nota: Sin temor a que lo leas (lean), esto sonó muy promiscuo, sin embargo al contarlo esto marca la diferencia entre tu y yo, no porque no lo hayas experimentado, sino  porque escribo para recordar y formar un excelente hábito (Y si a alguno le sirve esta vivencia de algo, incluso para animarse a contar algo, es aún mejor).

1 comentario:

Anónimo dijo...

todo depende... en.. a que mirada te refieras....