martes, 12 de diciembre de 2006

En silencio conmigo mismo.

Alguien me dijo:

Tu no sabes lo que es ver bien, ¿cierto…? Yo le respondí, pues supongo que si, pero no de manera natural.

Él me dijo: Pero nunca has visto bien, por que quizás con tus anteojos no se vea como con los ojos al natural, es decir una vista perfecta.

YO: Tienes razón, quizás nunca he sabido que es ver bien ó como es ó que se sienta.

Recuerdo que mis primeros lentes me los compraron cuando estaba en tercer grado de primaria.

¿Cómo fue eso? Bueno, pues resulta que me sentaba a tras y a la hora de copiar al pizarrón le copiaba al compañero de alado ó bien me paraba a identificar las palabras. Pero nadie se dio cuenta de que podría tener un problema visual, hasta que llegaron hacer exámenes de la vista, todos salían rápido de dicho examen que se realizaba en el salón de clases. Yo me decía ya quiero salir, en un ratito los alcanzo dejen que me toque.

¡OH sorpresa! Yo no podía distinguir del todo bien las letras que estaban en el cartel, de hecho las confundía. La valoración era muy simple y simple y sencillamente llamaron a mi mamá (Que trabajaba en la institución) y desafortunadamente solo veía en mi salón que yo sentado solo ahí, tenia un gran problema ante mi ojos.

Días mas tardes me llevaron a con un oftalmólogo militar en donde mi padre solía ir a hacerse sus graduaciones de la vista. Y me examinaron, me dieron mi valoración, me explicaron que tenía ASTIGMATISMO. Un tiempo más tarde fuimos a recoger mis lentes en una de esas grandes tiendas oculistas que se encuentran en el centro de la ciudad de México. (Por el Zócalo). Recuerdo que dicho lugar me encantaba, miles de lentes cubrían los aparadores y fotografías de medio metro perfectamente enmarcadas en color blanco y negro, entre ellas se encontraban grandes del cine: Como Charles Chaplín en su mayoría.

Cuando me entregaron mis lentes estaba gustoso…

Cuando tenía que usarlos en casa… me mareaba un poco…Eran de cristal y estaban grandes y muy pesados, de hecho se me quedaba marcada la nariz y las orejas.

Cuando tenía que usarlos en la escuela, no me sentía seguro y no los usaba.

No recuerdo como obtuve mis segundo par de lentes, solo recuerdo que los comencé a usar cuando estuve en Estados Unidos, se me quebraron varias veces por jugar base ball. Y mi hermano Ernesto me los pego en cierta ocasión, cuando pensé que ya no tenían compostura con una mezcla de varios pegamentos. Y Listo… a Jugar. Creo que no me podía dar el lujo de tener otros lentes ya que eran algo caros y la situación en casa creo que era ajustada.

A partir del tercer y cuarto grado de primaria usaría lentes por los siguientes años.

Mis terceros lentes me los compro mi hermana y me compro unos lentes muy caros y muy finos, tanto que estaban bañado en oro y una armazón realmente luminosa.

Y así ha sido mi vida con los lentes, la verdad me gusta usarlos, me siento..Hmm Clark Kent. Ja, ja. No, pero honestamente no me agrada cuando me veo al espejo y no los traigo puestos.

Hace un mes mande hacerme unos anteojos nuevos, los cuales tuve en mente que solo los usaría posiblemente un mes. Hoy los veo y creo que elegí unos muy cuadrados.

El pasado sábado 09 de Diciembre del 2006, fui hacerme una valoración si era apto ó no para una operación contra el ASTIGMATISMO y la HIPERMETROPIA. Y resulta que si soy apto. Salí de la clínica con las pupilas dilatadas al 90%. Así que veía todo borroso. Me tocaba manejar y así me la avente. Todo salio bien, Hasta que…

Llego a una avenida que esta arreglando en la ciudad de Morelia y tienen tubos, como dos señalamientos, rocas, piedras, maquinas trabajando y de todo. Sigo manejando y no distingo detalles del todo cuando simplemente veo un tuvo que va saliendo de una maquina hacia el carro y lo esquivo en uno 30%. Me bota el espejo y este sale volando, pega en el cristal de la puerta y de nuevo cae, va colgando por los cables. (Ya que es eléctrico). Me dije: Pende…

Durante todo este proceso voy escuchando: Shoot The Runner y va a un volumen justo para rockear. (No muy alto, pero no muy bajo.) No me podía detener ya que es una avenida grande y los carros van 60kms/h.

Si me paraba ¿Qué iba a decir? Si de por si no veía al 100%. Y pues, mejor saque la mano, desconecte los cables, lo meti, me insulte varias veces junto con la ciudad y su falta de señalamientos en construcción y repetí mejor y más fuerte: Shoot The Runner de Kasabian. Total, tenía que comprar un espejo nuevo y me decía: Héctor, recuerda que cuando las cosas están malas hay que ser positivo, por que pudieron haber sido mucho peor.

Así que me calme…

Hoy en día solo pienso el día que iré a operarme…De hecho “creo” que ya tengo una fecha.

Así que no tienen que ir a la clínica, solo con una llamada y mandando buena vibra desde ahora, es más que suficiente. De otra forma no pueden hacer nada. Los que si pueden hacer son los doctores, el destino, la emotividad, la ciencia.

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