domingo, 24 de mayo de 2009

Y todo lo que encontré, fueron cigarrillos.

Cuando entre al CCH la gran mayoría de mis compañeros fumaban, salía al patio de la escuela y como yo me encontraba en la segunda planta, veía como se formaba una muy ligera capa de humo de que la gran mayoría del humo que sacaban estos chicos.

Pareciera que sino fumabas, no ibas en el colegio ja, ja.

Mis compañeros me decían;

-¿No fumas?-

Yo: No.

Y así pasaron los días hasta que un día me dijeron:

-¿No fumas?-

Yo: No.

Ellos: Pero… ¿Si sabes cómo fumar, no?

Yo: si.

Ellos: A ver…

Y dije, ok.

Me dieron un cigarrillo, absorbí el humo, lo guarde un segundo en la boca y lo saque.

Ja, ja, ja.

Las reacciones de ellos fueron:

HMM, a ver ¿si le diste el jalón o no?

Yo, pues si…. ¿Que no viste que saque humo?

Ellos: No, no, pero tienes que darle el jalón, así mira…

Y yo: Ah, Ok (Iluso aprendiendo a fumar… que feíto)

Finalmente le di el jalón y estaba a punto de toser y precisamente en esos momentos se me acerca uno de ellos y me dice: No, no, aguanta, aguanta soporta… Ahora sí, ya sácalo, lentamente, no te desesperes, así se siente, pero calma.

Y yo obedecí todas las indicaciones que mi compañero me decía. Finalmente aprendí en el primer intento.

Y así he andado en la vida, sabiendo fumar, pero sin hacerlo. De hecho cuando me fumo un cigarro, no siento ningún tipo de placer, desesperación o sabor agradable, siento que en vez de ayudar a mis pulmones les doy unas patadas, por cinismo, ya que ellos nunca han fallado. Desafortunadamente yo enseñe a dos compañeros de la normal a fumar, me siento mal por ello., porque uno de plano se hizo un fumador profesional (si es que así se le puede llamar). Luego me decía: No, tú me enseñaste a fumar y tú ni fumas… Me enseñaste este vicio.

Yo simplemente respondí: Realmente no me apetece, no le encuentro el sentido, el sabor, la alegría es deprimente fumar. Me gusta la soledad y en ella no entra ni siquiera un cigarro.

En algunas ocasiones vi a mi hermano, cuñada e inclusive a mi madre y mamá fumar algún cigarrillo por los nervios o porque se les antojase, pero créanme que aún que fuese por nervios, no me gustaba verlos hacer eso. Porque se me hacía y hace que uno que no fuma en esos momentos que agarra un cigarrillo esta flaqueando y no, no me agrada esa actitud, no de lo que yo para mí son mis gigantes (mi familia).

Ojala que cuando mis sobrinos(as) lleguen a cierta edad, yo pueda estar ahí para estar al cuidado de cosas como estas y no vayan a caer en un vicio que arrebata vidas.

No hay comentarios.: