"Si, ahora me voy... ¿De quién serán las pisadas que oirás llegar?
No existe nada por lo cual te pueda cambiar.
Busco algo más que un perfil, es tan distinto a ti...
Pero... Me gusta recordar, quiero reconstruir cada imagen, cada esquina que conservo de ti., ser un poco sentimental sin encontrarme mal."
No existe nada por lo cual te pueda cambiar.
Busco algo más que un perfil, es tan distinto a ti...
Pero... Me gusta recordar, quiero reconstruir cada imagen, cada esquina que conservo de ti., ser un poco sentimental sin encontrarme mal."
Persiguiendo sombras de Antonio Vega (recomiendo también la versión de Zoé.)
1 comentario:
Dicen Stewie, fuertes rumores en mi mente, que hay amores lindos y cómodos, de esos donde se nace el uno para el otro, cuento de hadas donde ambos se aman profundamente, donde todas las circunstancias de tiempo, forma y lugar suceden y se ponen a disposición de los amorosos. Creo que toda la vida envidiaré un amor así.
Y existen otros amores, Stewie, accidentados, inconscientes, alebrestados, elocuentes, alucinados. Tágicos y rasposos como el trago de tequila tomado al hilo, como el primer sorbo del cigarro del dia (y vaya que lo escribe una fumadóra anónima, porque aunque uno ya no fume nunca dejaré de ser fumadora). Amores desitnados al fracaso donde uno quiere con demasía y el otro solo se limita a ser el objeto amado. Donde uno peca de cautela y el otro avienta al río la mesura.
Donde uno pierde la cordura y comienza a hacer y decir incoherencias. Amores destinados a la soledad, a una interminable proyección de memorias y un eterno desfile de recuerdos.
Amores tan tontos e inservibles como el mío.
Aún con todo esto, con este amor imprudente, no reniego, me alegro y festejo por su existencia, ya que esto es como las especies en la cocina.
Ésto me recuerda que aún vivo.
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