viernes, 25 de noviembre de 2011

Pensando en el arbol de navidad.


Envejecer no es quizá lo que nuestras células pedirían ¿Cierto? Pero tenemos que aceptar que somos parte de un ciclo.

Tras algunos meses de vivir literalmente solo en la hedionda ciudad de Morelia (Es hedionda porque no están bien suministrados los canales de aguas negras y la fábrica de papel no sequé limitantes tenga para trabajar, pero apuesto que es una de las grandes causantes, las personas de Morelia no distinguen el olor, quizá sea porque ya se acostumbraron al olor o de plano tienen muy  mal olfato).
Comienzo a sentir la soledad…

Reflexión que he hecho tras salir de comer y caminar por la hermosa Avenida Madero de Morelia, Michoacán, en donde en algunos aparadores de tiendas departamentales pude ser atraído por unos árboles de navidad elegantemente arreglados. Así que me vi en la necesidad de acercarme y ver algunos precios. 

Después de salir del lugar y dar unos cuantos pasos más me dije: Héctor… ¿Qué pasa…? Tu viendo árboles de navidad. WTF…?

Tras seguir avanzando, comencé a autoanalizarme… Y llego a la conclusión de que quizá la soledad me esté haciendo ver algunas cosas de diferente manera.

Quiero decir: Tiene años que no ponemos un árbol de navidad en casa, de hecho no recuerdo, pero tiene que tener más de 15 años que no ponemos uno. Quizá si algunas luces (que de hecho me encanta) y eso hacen sentir un hogar cálido y no tan solo. Por la misma razón creo que adornar un árbol de navidad en donde vivo será por el hecho de contemplar las luces como prenden y apagan, adornar cierto espacio de mi casa será menos complicado que adornar todas las ventanas o todo el lugar. (jaja…)

No quiero hacer mucha basura ni tampoco ocupar demasiado espacio, así que estaré implementando el arbolito navideño en casa. No, no es la gran cosa, pero para mí si es algo realmente extraño.

No, no lo hago por caer en el mercado de la mercadotecnia, siempre me han gustado las luces  navideñas. Además no pienso comprar cada año esferas, luces, moños y demás adornos, creo que comprare lo mínimo, ya que ocupa mucho espacio para guardar eso en casa ¿Cierto?

Okasis, ¿Qué tal un árbol natural?

Así la casa permanecerá aromatizada con ese cautivador olor a pino navideño. Hmm… rico, ¿verdad?

Pero un árbol de plástico, se me hace lo más cómodo, barato y no tengo que tirar un árbol a la basura después, lo cual a mi gusto es cruel.

Me visualizo sentado leyendo, dibujando o viendo algún filme, mientras el arbol de navidad me acompaña con el parpadeo de sus luces doradas y multicolor.
No celebro nada de navidad, año nuevo, posadas etc. Sobre todo porque no soy participe de las ideas religiosas que sobresalen en México, así que no esperen que ande en la peregrinación o en cierta posada, no. Me encantaría pasarla con mi familia, pero creo que los costos no ajustaran para tanto. La pasaré bien, llegará visita a Michoacán =).

Y algo de lo que deseo para fin de año es poder ir a la boda de mi amiga Saray Reynoso en Durango, ya que ahí contemplo ver a la mayoría de mis amigas del estado grande (¡¡¡Yahua!!!).

2 comentarios:

sandra dijo...

hec yo te ayudo a decorar tu arbol =)

Anónimo dijo...

Muchas veces he pensado en verte. Stewie la ulima vez que te vi queria decirte que iba a cenar contigo. Tuve que huir. Pero queria abrazarte. Yo me siento sola siempre sin ti. Yo soy feliz pero no he encontrado algo que describa lo que yo siento por ti. :) yo te quiero a tal grado que por eso me fui, porque considero que vas a encontrar a alguien mejor que yo. Estoy loca ya se y tienes razon. Suerte en esta ciudad que no te gusta. Tu siempre estas en mi mente.