sábado, 23 de septiembre de 2006

Un recuerdo.

Un recuerdo me pasa en mente en estos momentos.
Como siempre... Para mi la mejor manera de vivir es: recordando y con ello logro controlar el pasado para así poder seguir adelante y seguir controlando el presente para mejorar mi futuro.

Por mi mente pasan algunos amigos que conocí en USA. Allá por el año de 1991. (Hace ya 15 años). De aquella ocasión que me quede caprichosamente en dicho país.

Por primera vez en mi vida tenía amigos de nuevo, anteriormente cuando vivía en la ciudad de México, solo tuve amigos como 1 ó 2 años, el resto lo pase solo y no salía a la calle como el resto de los niños que vivían de media cuadra en adelante.

(En ese entonces yo tendría alrededor de unos 9 años de edad.)

En Estados Unidos, me encariñe demasiado con mis nuevos amigos. Recuerdo que lo que jugábamos era baseball y pues yo honestamente era el jugador más malo de todos ellos. Era un grupo no muy grande pero nos juntábamos en el parque con otros niños y se hacían los equipos. La escasez de recursos económicos en casa no permitían cómprame zapatos especiales para jugar. Aún que para ser francos creo que mis hermanos pensaron que no era necesario comprarme el equipo apropiado ya que veían que definitivamente pensaban que jugaba solo un ratito ó de vez en cuando. Y obviamente no era mi prioridad.

El resto de los chicos tenían todo lo referente al baseball y por lo que más se desintegraban era por conseguir tarjetitas de cartón de beisbolistas. Cosa que yo veía inútil é innecesario. Pero claro, por no quedar mal ó salir fuera del círculo pues intentaba inducirme más adentro en el deporte y también compre en algunas ocasiones ciertas tarjetas. (Pudorosamente no me inquietaban del todo.)

Cierto día mi hermano “Gustavo” me llevo a una tienda a comprar algunas cosas, estando en ella compró zapatos para el, su esposa, su hijo y me dijo:

-Escoge unos.

Yo no lo pensé más y tampoco dije: No, como crees, así esta bien. (Como suelo siempre.) Fui y busque en la zona deportiva y ahí estaban ellos…Unos zapatos blancos con su típica suela de gomita de tacos al por mayor. Me los medí y fui con mi hermano diciendo:

- -¡Hey!…-

- Estos, quiero estos…-

- El: ¿Esos…? Creo que deberías de escoger unos que puedas llevar a la escuela, que sean apropiados para diversas ocasiones, no solo para jugar baseball,¿Sólo por que quieres andar como tus amigos?

- Yo: Hmm, pues quiero estos, estos me gustan, los puedo usar para todo.

Insistó algunas ocasiones para que cambiara de opinión, pero creo que mi decisión estaba tomada incluso desde antes que el pensara comprarme zapatos.

El día de ir a jugar en los campos de la escuela, lleve mis zapatos nuevos y relucían entre los de todos los chicos, por que estaban muy blancos en el campo, Yo…yo iba dispuesto hacer mi mejor esfuerzo.

Carlos y todos vieron que traía zapatos nuevos me dijeron que me darian suerte, y Carlos bromeó un poco y dijo:

¡Hey, te los cambio!...Todos rieron nos acomodamos y…

Dicho y hecho ese día…

George del equipo contrario da un batazo y la pelota vuela por los aires, nadie corrió tanto yo me encontraba en posición para detenerla con mi guante, jamás había logrado hacerlo, tenia miedo de que la pelota me pegara en la cara ó que me fallaran los reflejos ya que la velocidad era demasiada. Corrí un poco, me detuve para esperarla de frente… é hice un fabuloso out, con una atrapada formidable que nadie creía, ni yo mismo. Después a la hora de batear me fue inalterable y me dijeron que era muy probable que necesitara lentes nuevos ya que los que traía estaban rotos y pegados con una especie de pegamentos muy raros que mi hermano “Ernesto” había utilizado para repararlos ya que jugando baseball en mis principios se me quebraron. El coach y Debbie (Mi amiga de la cual hablare de nuevo en otros temas.) me dijeron que ellos quizás podrían pagar por unos lentes nuevos. Ya que los que traía estaban muy chuecos y probablemente no eran apropiados para la visión al batear ó recibir la pelota.

Mi hermano el mayor (Ernesto) no quiso y dijo que después verían la forma de comprarme unos, pero que si yo no me sentía cómodo que usara esos.

Fue una época formidable. Y hoy que veo la foto, seguro puedes imaginar todo lo que he narrado.

No hay comentarios.: