En mi primer viaje a USA. Que solo era por las vacaciones del verano, resulto ser un viaje sin regreso a casa por mucho tiempo.
Pues estando en USA justo cuando me tenia que regresar y con mi boleto en mano, me puse a llorar, no quería dejar a mis amigos, mi nueva vida allá, pero sobre todo a mis hermanos. Una de las pocas veces en mi vida que los tenía a todos conviviendo de manera real. Y mis vacaciones de dos meses habían partido como humo en el aire.
Pues me integre a la escuela al grado que debería de ir, hice muchos amigos, y conocí a Debbie la mujer que me regalo muchas cosas, que me llevaba al cine, y nos llevaba a jugar a muchos niños de mi edad. Maravillosamente genial, jamás la podré olvidar. Pero… esa será otra historia en este blog.
Recuerdo que en el salón donde entre a clases, después de unos meses me encontraba en un columpio a la hora del recreo me columpiaba tranquilamente cuando una niña de cabello negro se sienta en el de alado. Nos mecíamos al mismo tiempo, yo era demasiado tranquilo, tímido.
Pues resulta que nos vimos a la cara, nos reímos y surgió algo raro en mí estomago, algo así como un pequeño cosquilleo. He hicimos platica, después se me ocurrió preguntarle.
- Oye… y ¿En qué grado vas? -
Ella: me ve de frente y me dice mientras se palanquea más recio en el columpio.- Contigo con la Mrs. Asten.
- Y yo: Hum… OH, si ya sabia solo quería hacerte desatinar.-
Imagínense eso…Me dio pena en el instante y aún me da pena. Después de eso nos veíamos seguido en clase y cruzábamos miradas y nos hicimos buenos amiguillos, ya que sinceramente yo estaba peleado con las mujeres y no quería tener ningún tipo de novia ó algo así a esa edad.
Algo gracioso que quería contar hoy en este apartado es que, cuando me dormía a veces me costaba mucho trabajo levantarme y me tenia que levantar más temprano que todos los demás niños de la escuela, por que mi hermana se iba a trabajar y era la única que podía dejarme en la escuela, quizás 40 minutos antes que los demás niños, pero no tenia otra opción. Mis otros hermanos se iban aún más temprano a trabajar. Mi hermana la cuál es como un ejemplo a seguir ya que estudiaba, trabajaba y además cuando llegaba de su trabajo ya en la noche me ayudaba con las tareas. Ella me enseño a planchar, doblar y mantener limpio y acomodado el espacio del closet el cual compartíamos los dos. En realidad era muy pequeño y más valía tener todo en orden.
Pero algo que detestaba es levantarme temprano. (Como hoy en día. Ja, ja.). Una ocasión ella me dijo ya levantarte, ándale y ella se iba al baño a cambiar ó bañar, mientras yo tranquilamente me dormía otros 10 minutos. Claro ellos en cuanto me decían ordenaban hacer algo lo hacia no rezongaba, pero… yo Quería seguir durmiendo, pero tampoco quería hacer notar que era un perezoso. Así que tenia que buscar una estrategia.
Mi estrategia fue:
Para cuando llegue mi hermana, ya tengo mi ropa doblada, ya tengo la cama lista para dormir, tarea terminada, y me encuentro con la pijama y metido en las cobijas. Mi hermana llegaba, revisaba que todo estuviera en orden y listo.
Todo funcionaba bien, pero… un día me levante no recuerdo a que…y me vio demasiado gordo y de un de repente comenzó a reírse. Ya que yo siempre he sido de confección delgada. Pues si señores me había descubierto mi estrategia. Detrás de mi pijama azul de las tortugas ninja, se encontraba el pantalón y playera que llevaría al siguiente día a la escuela.
Así mientras ella en la mañana se bañaba yo dormía 10 minutos más que eran los que supuestamente yo daba para cambiarme.
Había un día que ella descansaba ó entraba algo tarde, entonces ese día dormía media hora más, me llevaba a la escuela y llegábamos en ocasiones tarde. Ella se bajaba del auto para bajar suéter ó lonche, volteaba para entregármelos pero para su sorpresa siempre yo desaparecía, corría como un rayó, para no llegar tarde al salón de clases. Y le tocaba correr tras de mi.